jueves, 6 de marzo de 2008

Excisión

Sueño no es. Se parece más al sopor que trepa a mi cúpula, frío invernal entumeciéndome las ideas. No es la hambruna a latir de mi rojo órgano, ni la úlcera que de mi estómago se nutre; es el vómito que me permite seguir la borrachera, las drogas de mi cuerpo, el bourbon que a mi escisión consuela. Son las metáforas inoculando mi cabeza, los familiares aullidos de lobos; energía languidecida por la hipotermia. Son las moscas kamikazes abalanzándose a mi garganta, los sonidos y los símbolos que me encarnan: agujeros periféricos y líneas convexas.
Sueño no es la tristeza que a mi alma desvela. Es una especie de pereza, una des-ilusión con ternura, un abrazo asfixiante desde que (a)prendí mi primera letra.

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