Lo trágico en la vida real es un fenómeno necesariamente estético, porque está en juego la sensibilidad del sujeto que ve y percibe lo trágico; desde su sensibilidad es como percibe lo trágico. Que lo trágico en la vida cotidiana pueda ser contemplado con placer es, quizá, una perversión que para el caso no importa; eso es problema de la psicología o de la psicopatología. Pero lo trágico, ya sea en la vida cotidiana o en el arte, es definitivamente estético, porque se percibe desde la facultad de la sensibilidad, con independencia de sus efectos emotivos.
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1 comentario:
Uyyyy que caray entonces semos reteperversotes mi Zuurfer :P o...al menos yo sí :)
Mucho becho
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