Tu aliento cinemático se entrecorta al instante,
me separo
y mi mirada hemofílica se hacina en los bordes de tu figura semidifusa...
los trasudores y los elíxires de la carne de golpe se agolpan en la nariz
y una nueva gota de sangre nos une.
Tu mirada al infinito.
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2 comentarios:
como muchos líquidos coorporales, te mantienen unido a alguien...por siempre
...O te separan para siempre, dependiendo de la profilaxis de quien convive con ellos.
Saludos
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