jueves, 23 de julio de 2009
Lejanía
Con la cabeza dolorida de tedio, te alejas del voltaico; dejas atrás a las Euménides confundidas entre Cástor y Pollux y a las Pléyades asesinadas de desesperación entre manos semidifusas. El vinil de tu abrigo comienza a llorar ente la fría noche: amorosamente lo estrujas contra tu pecho y huyes.
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