domingo, 21 de agosto de 2011

Lápida

…falta saber quién soy y el resto de mis días se mutila dramáticamente. ¿Con qué nombre me van a despedir? No sé si la muerte ayude a saberlo, la muerte no es de incumbencia para la vida, faltaría esperar una mirada suya que me estructure hasta ceder, y esperar que los sonidos se pronuncien sobre mi piel, o se adhieran al viento. Aún faltaría saber quién soy: si yo (lo único cercano a mí) no me conozco; ¿quién podrá saber?
Señor Yabro, Señor Verde, ustedes que de alguna manera aseguraron escuchar el ruido sordo y cauteloso de mis pisadas, y que en estos momentos mi sordera los desconoce: ¿bajo qué ominoso rostro o con qué nombre me van a despedir?

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