martes, 24 de abril de 2012

Canciones postales insonoras


No basta con oír la música, también hay que verla
Ígor Stravinsky


Polvo que quiso es tu amor. Un desierto. Nubes desvencijadas. Nubarrón y el invento desvanecido. La vida pendería de tus labios si no estuvieran momificados y mi corazón fuera algo más que las cenizas de tu olvido: un ave sin alas. Una puerta falsa y la inmovilidad de la aldaba.


¿Te acuerdas de ese libro de Cristina Rivera Garza sobre un manicomio que fue conocido como La Castañeda? Palidecería con esta otra historia de una mujer que enloqueció por su propia belleza. No se sabe su medicación ni lo que su voz interna encerraba. Su expediente es una camisa de fuerza y solamente sabemos su nombre, Norma Jeane Baker, y que deambulaba por la segunda calle de Donceles.


Quisiera que tu nombre no me lastimara. Duele pensarlo. Mi frente se desgarra en dos y en cuatro si me detengo y me dedico a tu alma. Cama de sábanas verdes. Con calma, te cobijaste diciendo que el tiempo secretos no sabe guardar. Y huiste. Escribiría tu nombre, Mundo, si no lo hubiera borrado. Yo te nombro desde mi ventana: Baldío.


Solares baldíos, cantaste en otra parte, con una voz que lo iluminó todo: los sueños, las hojas secas, el oleaje, la máscara negra y la huella de una sombra. Las estatuas masticaban como jabalíes, mientras el viento merodeaba y se arremolinaba en los escombros y los laberintos. Todo resplandeció, hasta enceguecernos.


Tristes y ciegos son todos los amores, Enriqueta. Te ama, como el serrucho a la yugular: Henry.


Las agallas de enfrentarse a uno mismo escasean, Abel. La tormenta y tus espuelas bramaron por una orquesta salvaje y la jungla negra de tu caballera, enfebrecida, por una excursión de caza mayor. No importa que acabe la vida, dijiste, convencido, ese último amanecer. Sobrevivió tu gallardía. Por ti brindamos en este cerro los dolientes.


Otro poeta que huyó del dolor del mundo y se refugió en la soledad de los bares inundados por magueyes. Ahí se envenenó con el fuego del amor y todas las noches, abrasado, se preguntaba si era ella o el mar de tenerla en él lo que lo anclaba a esa ruina. Lo que lo arponeaba. Lo que los hería de placer.


Tu soledad es tan grande y no puedes huir. Ahora es la metrópoli. El tren. El insomnio. El vuelco. El corazón. Quizá la estación del infierno y todos los escalones por descender.


Luz, no me preguntes por la poesía japonesa: no estoy armado de certezas. Soy El Que Torna Sin Fin, en la oscuridad. El que observa desde una habitación vacía, sin techumbre. Sin ciudad.


Lo comprenderás al ver abierto el libro de Xavier Villaurrutia sobre su buró. Nostalgia de la muerte. El gemido de uno de sus pies desnudos te contemplará entre las sábanas. Los muslos, en un vahído imperecedero. La vaharada en el espejo será el hueco para tu silencio y tu sepultura: nadie velará tu sueño al bajar por esa escalera. Nadie.


Decían que nada los iba a separar. Lo dijeron con tal vehemencia que cuando llegó el día sus palabras eran como la sombra de los huesos roídos por un perro. O, como Pedro Páramo, un desparramadero de piedras. «Ruidos. Voces. Rumores. Canciones lejanas». O papiroflexia: la figura de un sombrero al doblar una cabeza. Nada.


Cuatro veces ya has tratado de despertar. Las ramas de tu voz no resuellan. En tu pecho abierto un corazón en forma de búho se posa y te inmoviliza. Cine mudo: tu voz, nerviosa, no resuena. Solamente las garras de un «te amo» te precipitarán a la vocinglería. Cinegética.


Ir al revés. Acercar. Temblar. Andar. Poner. Descolgar. Girar. Enfermar. Cortar. Vacilar. Sonar. Estallar. Brincar. Largar. Extraño. Hermoso. Terrible. Placer. Vivir. Partida. Con el atardecer.


Yo no sé si ese perro pareciera de nagual. Me cuesta creer que sus ladridos se alarguen más allá de esta valla. El humo es lo único que nos queda como verdad: en México casi todo es mentira...


Poseer el mundo en forma de imágenes es volver a experimentar la irrealidad y la lejanía de lo real
Susan Sontag

1 comentario:

sauska dijo...

me gustó la del payaso!!!
Chris, ya tenemos que buscar cómo publicar todas estas palabras e imágenes