Y me quedo suspendido
roncando bajo tu lluvia de salitre
(dolorosa en mis heridas)
ardiente cicatrizas el plano de mi vida.
Muérete conmigo, alrededor de mí
aléjate sin haber tierra de por medio
(asóciate con el eco del sonido)
Y mírame entonces vagar las curvas que pronuncian tus labios.
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